viernes, 10 de agosto de 2012

SANgita.... Ora pro nobis

10 de Agosto de 2012

Sangita fue la persona que vino a recogernos cuando llegamos a Hetauda junto a Ramori, el dueño de esta gran labor y del que ya he hablado.
Sangita tiene 20 años y lleva trabajando como "mami" en la casa de Hetauda poco más de un mes. Se levanta a las 5:00 y se acuesta a las 21:00. Su salario es poder dormir y comer, no cobra por un trabajo de muchas horas y sin días libres. No obstante, ella es coqueta y presumida y, sin ser un bellezón, si es más guapa que la media nepalí. La hemos regalado una baratija de perlas para adornar su muñeca y no se la quita ni para dormir. Es su primera joya. Su única joya.

Probablemente sea la que más inglés sepa de la casa, ya que fue a la escuela pública casi 10 años. Allí daba muy poquito inglés, pero el suficiente para defenderse. No se ha conectado jamás a Internet y ni tiene Facebook ni sabe lo que es.

Profesa la religión hindú. No duda en ponerse la tica y cada vez que la luz eléctrica vuelve se presigna y da las gracias a Shiva.

No ha tenido ningún novio en su vida. Y no piensa tenerlo hasta los 25 años , que es cuando piensa casarse con el que será su primer novio del que tan sólo espera que tenga un buen trabajo ( a todos nos haría gracia saber lo que es un buen trabajo para ella).

En cuanto a modales e higiene, a pesar de haber ido a la escuela, es similar a la media nepalí: se cambia de ropa cada dos o tres días, se ducha un par de veces a la semana, come con las manos aunque haya cubiertos y no duda en soltar un nepalí gargajo delante tuyo con el alíen dentro.

Hoy ha invitado a Aína y Adrián-los otros dos voluntarios que llevan más tiempo aquí- a comer en su casa. Con su familia. Tras media hora de autobús han tenido que caminar otra media hora entre arrozales. Para llegar a una casa de madera y con el suelo de barro. Tres muebles era todo lo que tenían en su hogar. Maíz frito es lo que les han dado de comida a Adrián y Aína, mientras la familia se quedaba mirando.

Cuando le pregunto a Sangita a donde se iría a vivir si Paula le diera 1000000 de rupias. A qué país se iría a vivir. Ella lo tiene claro. Se quedaría aquí en Nepal, en Hetauda, con su familia.

Sangita es un ejemplo de lo que era España hace 100 años. Anclada en costumbres y religiones ancestrales. Sangita no ha visto el mar salvo en foto. Sangita no tiene ambiciones ni ganas de crecer. Se conforma con sobrevivir. Sangita aquí en la casa duerme muchas veces en el suelo porque no hay cama. Creemos que por su trabajo aqui no cobra nada, solo comida y techo. Para Sangita el futuro es mañana porque el pasado mañana no lo puede ni concebir.

Sangita es feliz



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