viernes, 24 de agosto de 2012

¡¡¡Españoles reuníos!!!

24 de Agosto de 2012

Teresa ya se ha vuelto para España, ella tenía menos días de vacaciones y ha abandonado Nepal una semana antes.
De justicia es reconocer el trabajo de Tere en la casa. Se adaptó mucho mejor que lo que cualquiera de nosotros hubiera podido imaginar. Lo llevó de forma equilibrada y supo estar en todo momento. Fue un registro de Tere que no conocía. Tras finalizar el voluntariado volvió a ser la Tere de siempre que todos conocemos. Yo, de largo, me quedo con la primera.

Al quedarnos Paula y yo, decidimos ir a Panauti con los voluntarios que conocimos en nuestro primer día de estancia en Nepal, Pedro y María. Y decidimos ir a lo grande, por nuestra cuenta y en el autobús de línea nepalí.

Ir en los autobuses de línea es una experiencia que hay que vivir, aunque tampoco repetir mucho. Los nepalíes matan por un asiento, no dudando en sentarse unos encima de otros o en sentarse donde ya no queda hueco. La puntualidad tampoco es su fuerte. Hora y media era lo previsto de trayecto y nos demoramos tardando más de dos horas y media.

Llegamos a Panauti y tras dar una pequeña vuelta por la ciudad nos juntamos con Pedro y María y los otros voluntarios que hay en su proyecto, Iñaki, Montse y Reyes. Ellos han estado allí en un colegio público, uno de los 20 que hay en la localidad.

La verdad es que lo que nos cuentan no es muy agradable. Cuando llegaron los niños estaban de exámenes, y les molestaban más que ayudaban. Cuando acabaron los exámenes estaban de vacaciones y solo tenían niños dos horas al día. Al final si hubo clase, la última semana de su voluntariado, pero estaban con los niños apenas 4 horas al día.
Además se quejaban de la ausencia de proyecto. Nadie les explicó lo que tenían que hacer, en el colegio tampoco tenían claro para que estaban los voluntarios, y al final todo se reducía a que los voluntarios daban clases mientras los profesores autóctonos se quedaban en la sala de profesores.

Tras comer por 90 céntimos bebida incluída, Montse y Rayes se quedaron en Bhaktapur y el resto volvimos a la capital.

Por la noche, nos reunimos con Sergio y Tania, dos voluntarios más y con otra española. En total 8 españoles que nos fuimos a tomar unas cervezas y a cenar. De las conversaciones que tuvimos saqué dos conclusiones:

La ONG necesita mayor organización, cuando llegue a Madrid voy a ofrecerme a trabajar en la ONG como coordinador de voluntarios de Hetauda. Quiero que exista un proyecto y una continuidad y para ello es importante que exista un vínculo entre los diferentes voluntarios que acuden a la casa. No me importa dedicar ese tiempo porque creo que puede ser muy, muy beneficioso para los nenes.

En segundo lugar me quedó muy claro que el nivel intelectual de los voluntarios es muy alto. Son gente con preocupaciones y conocimientos superior a la media. Da gusto hablar con todos y cada uno de ellos. Te aportan todas las conversaciones y tienen puntos de vista siempre interesantes.

Normalmente cuando he viajado a otros países me avergüenzo del comportamiento de los españoles. Aquí, en Nepal, solo puedo decir lo contrario. Un gustazo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario