martes, 7 de agosto de 2012

Beat L.A.

7 de agosto de 2012

Quizá hoy va a ser más un día de reflexiones por encima de contar lo que sucedió ayer. Obviamente viene motivado por lo acontecido y los debates posteriores.

El responsable y la persona que ha montado la casa es Ramori. Según nos cuentan, abandonó y vendió todo para construir este hogar donde alojar a 45 niños. Su labor es encomiable. Sin él, tenemos que asumir que todos los discapacitados estarían ahora muertos, y los niños abandonados estarían también muertos sino en una situación peor (las niñas obligadas a prostituirse y los niños como porteadores o enganchados al pegamento).

El problema radica en que Ramori pega a los niños. No frecuentemente, pero si es normal que cada dos días golpee a uno de los niños sin motivo justificado.

No hablamos de un cachete o un azote, sino de puñetazos o de golpear la cabeza contra la pared.

No me gustaría que el debate girara a lo que nosotros podemos hacer desde aquí, que es poco y muy difícil. Por duro que suene, estos golpes para estos niños son el mejor de los destinos que han podido tener ante el inexistente futuro que les esperaba.

Pero.... ¿Debe Namasté ONG colaborar con la casa de Hetauda aun a sabiendas de que se golpea a los niños sin motivo justificado?

Obviamente si Namasté deja de dar soporte a esta casa los primeros y mayores perjudicados son los niños, pero ello no impide que me haga una pregunta:
¿Cual es el límite? ¿Cual debe ser la línea que si se sobrepasa debe hacer a Namasté replantearse apoyar a esta casa?

Vayamonos a algo improbable, pero posible¿Y si un día matan a un niño de un golpe? ¿También lo justificaremos diciendo que, si dejamos de apoyar la casa los niños estarían peor, con un cadáver sobe la mesa?

La respuesta es muy, muy difícil y creo que el debate es necesario. Primero me falta información. Me gustaría saber si en el resto de proyectos en los que colabora Namasté se agrede a los niños. Doy por hecho que en la propia casa de acogida que tiene la ONG no se les toca un pelo, pero me gustaría saber en el resto.

Por otro lado necesitamos saber si el fin justifica los medios ¿Aceptamos los golpes a los niños porque es preferible a que estén en la calle?

Las respuestas son duras y difíciles. Y desde luego deben ser serenas. Ramori es el que más fuerte golpea, pero las "mamis" tampoco se quedan atrás. Nosotros solo podemos intentar educar. Pero no es suficiente. Con palabras no basta. Es lo que les enseñan. Es lo que nos enseñan.


No hay comentarios:

Publicar un comentario