sábado, 4 de agosto de 2012

Emociones fuertes (1 de 2)

4 de agosto de 2012

Esta mañana fuimos a visitar Durbar Square, patrimonio de la humanidad. Pues ya está. Son tales las cosas que hemos vivido hoy que un patrimonio de la humanidad no merece más que un par de líneas.

Las sensaciones vinieron tras comer, ya que cogíamos el Jeep PÚBLICO dirección a Hetauda, nuestro lugar de voluntariado a menos de 170 kilómetros de Katmandú.

En un Jeep que en España sería ocupado por un máximo de 5 personas aquí nos metimos 11. Venga, va, lo voy a poner en letra ONCE personas. Tres en la parte delantera, cuatro en medio y otras cuatro en los asientos que habían puesto en el maletero. ¿Y las maletas? En la baca, obviamente. ¿Y no hay peligro de que estás se caigan? Bueno, nosotros si lo pensábamos, total, teniendo en cuenta que íbamos a cruzar la sierra que es la estribación de los Himalayas pues alguna curva se presupone, pero esta preocupación desapareció al ver que en Jeep similares no solo iban maletas encima de la baca, sino también personas. Acojona y Acojonante.

Pero lo grave no era ni lo de las maletas, ni ir enlatados, ni que la distancia entre mi asiento y el asiento de delante fuera inferior a mi fémur. El problema es que nos tocó como conductor al hijo de Fernando Alonso y Carlos Sainz. Y no es una exageración. Y no, no todos los conductores en Nepal son iguales. El nuestro era el peor.

Durante el primer trayecto del camino ya sufrimos, aunque la carretera era más o menos decente para ser Nepal, pero al subir la primera montaña... Empecé a añorar a los taxistas de Katmandú. Adelantando por carreteras con precipicios...carreteras donde difícilmente entra un coche y aquí hasta se adelanta. Porque obviamente nuestro conductor adelantaba, nunca era adelantado.

Recuerdo que estamos en pleno Monzón y aunque afortunadamente ese día nos dio tregua no nos libramos de vadear torrentes que las ultimas lluvias habían reactivado.
La carretera es un gran bache en sí, tanto donde está asfaltado como donde no, porqué sí, en la única vía que une a Katmandu con la India hay tramos sin asfaltar.

Sé que no logro transmitir el miedo y el sufrimiento, pero ya colgaremos los vídeos... No obstante, la tarde aun nos depararía una desagradable sorpresa. Tras una hora de trayecto, y subiendo el primer puerto nos quedamos "atrapados". Había habido un desprendimiento de tierra y unas rocas ocupaban toda la carretera y nosotros ahí atascados con unos 50 jeeps por delante y el ejercito con una escavadora tratando de solucionar el problema. Al mas puro estilo español, un tío con la escavadora, 3 militares dirigiendo y 200 nepalies mirando.. ¿ Y si entre todos movemos la piedra?
Nada. Mas de una hora de demora que nuestro conductor aprovechaba para ir avanzando posiciones. Sí, aún con los vehículos parados, pero nada detenía a nuestro fitipaldi.

La ¿Carretera? Volvió a abrirse. En vez de destruir la gran piedra o tirarla por el barranco decidieron dejarla a un lado de la carretera, con lo cual si antes difícilmente entraba un coche ahora entraba medio.

Y llegó el momento estelar. Nuestro conductor no podía permitirse un parón de más de una hora y decidió recuperar tiempos bajando. Me acordaba de como Indurain logró su primer Tour, en una bajada, pues este igual. En el desprendimiento tendríamos unos 50 Jeeps por delante. Antes de acabar el puerto ya íbamos en cabeza habiéndonos llevado hasta una cabra por delante y no sé si alguna gallina.

Los tres tenemos algo claro. No vamos a morir de accidente de tráfico si hemos sobrevivido a esto. Quiero antes de acabar dejar una cosa muy clara: no hay ni una letra de exageración en esto que escribo. No pudimos disfrutar de unos paisajes absolutamente espectaculares (personalmente, las vistas más espectaculares que he visto en mi vida) porque temíamos seriamente por nuestras vidas. He subido en coche hasta el Angliru. Me río de sus rampas del 27%. Aquí son paredes verticales y las bajábamos a más de 90 km/h.

Afortunadamente llegamos a Hetauda, nuestro destino... No sabíamos que nos quedaban aún mayores emociones...

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